En 1.980 la Hermandad completó el paso de misterio con las figuras de un sayón y dos romanos, esculpidos por el artista jerezano Francisco Pinto Berraquero.
Los soldados romanos se situan a ambos lados detrás del Señor, en actitud de ajustarle brutalmente la corona de espinas. Van vestidos según la estética cofrade que asigna a los legionarios de Roma, coraza y casco de metal cincelado por los talleres de Villareal de Sevilla en el año 1.985. Túnicas y capas de Antonio Castelló confeccionadas en 1.997. Los cascos van rematados con penachos de plumas blancas de avestruz.
El sayón, figuraba en un principio cubierto solo con un sudario tallado, posteriormente también fue vestido con ropas de Antonio Castelló. Va situado delante del Señor, dirigiendo su mirada al pueblo, en actitud de mostrar con mofa al llamado Rey de los judíos, arrodillado de manera irreverente.