Un año más, nuestra hermandad ha cumplido con su principal misión: realizar Estación de Penitencia en la Santa Iglesia Catedral ante Jesús Sacramentado. Hemos podido dar testimonio de fe en las calles de Córdoba. No salimos solo a mostrar nuestras imágenes, sino a evangelizar, a acercar el misterio de la redención a quienes nos contemplan.
Gracias a todos los que lo habéis hecho posible: a nuestros nazarenos, desde los más pequeños hasta los más veteranos, ejemplo de compromiso y devoción; a la Diputación Mayor de Gobierno, por su saber estar y su capacidad para adaptarse a todo; y a nuestros acólitos, servidores, sanitarios y equipo de redes, que cuidan cada detalle dentro y fuera del cortejo.
Gracias a nuestras cuadrillas y capataces, que nos regalaron momentos de auténtica gloria en cada levantá. A nuestra Banda de Coronación, por su entrega y madurez musical pese a las dificultades. Y a nuestra Banda Cañetera Tubamirum, por seguir siendo la banda sonora perfecta para el palio de la Merced.
También a la Agrupación de Cofradías y al Cabildo Catedralicio, por la cercanía y la hospitalidad de permitirnos permanecer en las naves catedralicias.
Gracias, en definitiva, por hacer posible otro Lunes Santo, que aunque no fue completo, llenó el corazón de todos los mercedarios.
Próximamente, informaremos del traslado de vuelta a nuestra Parroquia y cómo se procederá.
